El Campus F10 nace de la observación y del análisis profundos de una serie de aspectos sociales que se han ido modificando y estandarizando en los últimos años, tales como, los hábitos y rutinas de las familias, las condiciones laborales de los padres, el ritmo de vida, la inseguridad ciudadana, la eclosión del consumo, el deterioro de los valores tradicionales, la creación de las escuelas deportivas de todo tipo…

Este análisis nos hace ver que la sociedad evoluciona privando a los niños de la libertad para experimentar, para jugar libremente, para conocer y dominar su cuerpo y ser capaces de enfrentarse a los retos y dificultades que se les presentan día a día, y más concretamente en el mundo del deporte.

Todos estos cambios están teniendo una preocupante repercusión sobre nuestro fútbol base, la pobreza motriz, la falta de recursos técnico-tácticos, el poco desarrollo de las condiciones físicas básicas…

Son aspectos que unidos al sedentarismo, a la nula estimulación de la capacidad de esfuerzo y sacrificio, a la no aceptación de las normas establecidas, y la perdida de otros muchos valores inherentes al deporte, están a nuestros más pequeños, en futbolistas carentes de talento, capacidad y pasión por este deporte.

Por todo ello, este campus esta enfocado tanto a porteros como a jugadores de campo, apasionados por el fútbol con ganas de trabajar y esforzarse cada día con el objetivo de mejorar su rendimiento.

No pretendemos un campamento deportivo, si no un campus de fútbol, en el que desde el primer momento se viene a desarrollar y perfeccionar aspectos técnico-tácticos del fútbol, siendo el resto de actividades un acompañamiento lúdico-deportivo que complemente el aprendizaje del fútbol.